Renée Vivien - Desnudez

Te arrojaba la sombra efluvios de agonía. El silencio se hizo turbador y anhelante. Escuché un susurrar de pétalos rosados. Lirio entre lirios, blanco, se me mostró tu cuerpo.
Sentí de pronto indignos los toscos labios míos. Mi alma cumplió un sueño conmovido: posar en tu encanto, que sabe retener tanta luz, el tembloroso hálito de algún místico beso.
Desdeñando los mundos que el deseo encadena, gélida mantuviste tu sonrisa inmortal: Sobrehumana y extraña resiste la Belleza y exige la distancia radiante del altar.
En torno a ti, esparcidos, sollozaban los nardos y tus senos se erguían, intactos y orgullosos. Quemaba en mi mirada el doloroso éxtasis que oprime en los umbrales de la divinidad.
- gakk
1 Comments:
precioso poema
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